Parece que empezamos la semana, reflexionando... después de la fábula que nos propone Vito, me estaba también planteando aprendizajes que fueran más allá de nuestro propio "ombligo". Y me acordé de la cultural oriental, y concretamente de la japonesa y de su filosofía de vida.
Y dentro de la búsqueda llegó a mis manos, bueno mejor a mi vista, un texto donde se resumían algunas enseñanzas japonesas y su forma de comportamiento en el desastre que el año pasado les azotó en Fukushima:
- Calma: ni un solo golpe de pecho, ni una muestra de aflicción.
- Dignidad: disciplina para mantener un orden para hacer colas para alimentos y agua, ni una palabra brusca, ni un gesto tosco.
- Capacidad de hacer las cosas bien: los edificios se balancearon pero no se cayeron.
- Consideración: la gente compraba sólo lo que necesitaba en el momento, para que todo el mundo pudiera conseguir algo.
- Orden y entendimiento: nada de saqueo en tiendas, adelantamientos en carreteras, bocinazos.
- Sacrificio: cincuenta trabajadores se quedaron bombeando agua en los reactores nucleares, ofreciendo su vida.
- Ternura: los restaurantes bajaron los precios, el fuerte se preocupó del débil.
- Formación: adultos y niños sabían exactamente que tenían que hacer, y lo hicieron.
- Moderación: los medio de comunicación dieron sólo la información necesaria en sus reportajes.
- Conciencia: cuando la luz se fue, la gente en las tiendas devolvió las cosas a los mostradores y se marcharon.
Creo que sobran las palabras...
Vaya, cualquiera diría que han copiado nuestra forma de ser jajjaja
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