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miércoles, 17 de octubre de 2012

Una heroína, sin traje especial...

A menudo leemos noticias en las distintas webs de los periódicos, las escuchamos o vemos en el radio o la televisión. Detrás de algunas de ellas, se esconden historias bastante interesantes para reflexionar. La brevedad de la noticia, como es una de sus características, las convierten en un pañuelo que usamos y luego tiramos, haciendo que muchas cosas pasen desapercibidas.

Hoy quiero traer a reflexión la historia desgraciadamente real que no de ficción de Malala Yousafzai, de 14 años de Pakistán, herida grave tras recibir el pasado martes un disparo en la cabeza y otro en el cuello por talibanes. La joven intentaba defender el derecho a la escolarización...el resto ya lo conocemos, no hace falta que lo reitere, por multitud de noticias que han ido apareciendo estos días. 

Lo que sí, me gustaría que pensaramos y valoraramos, es el acceso a la educación sobre todo de las niñas. En muchos países, siguen en la Edad Media... En este enlace, nos podemos descargar el Atlas de la igualdad de género en educación si queremos conocer datos más estadísticos: 

http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CB0QFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.uis.unesco.org%2FEducation%2FDocuments%2Funesco-gender-education-atlas-2012-spa.pdf&ei=d6Z9ULyRN5OYhQegk4DQCQ&usg=AFQjCNFnnL5nLk01krCbmGWvAELiQVaMzQ&sig2=WwMq9KMYgLdFXzDqh1WoZQ 


Tendríamos que reflexionar sobre cuántas cosas se publican hoy en la red, en el facebook, twiter, cuántas horas se emplean en la red:  esta adolescente pakistaní es bloggera y a través de sus escritos expresaba todo lo que estaba sufriendo, como vía de escape, pero también es una joven comprometida con su sociedad a la que intenta mejorar y ve en ello una oportunidad a través de la educación. 

Quizás su lucha sea contra un duro, duro muro de piedra, dadas las circunstancias de su país, pero pienso que es una heroina, de esas que no llevan trajes especiales para protegerse... Y que nos enseña a seguir luchando por "nuestras causas" grandes, pequeñas, de la sociedad, de nosotros en particular... 



lunes, 8 de octubre de 2012

Todos somos Europa...¿o no?

Los niños finlandeses de hoy estarán el día de mañana entre los profesionales más preparados del mundo. Desde que la OCDE comenzara  a elaborar su informe PISA, Finlandia ha acaparado los primeros puestos del podio en Europa por su excelente nivel educativo.

Apenas un 8% de los alumnos finlandeses no terminan sus estudios obligatorios, frente a un 30% de españoles que no acaban el Bachillerato. El psicólogo escolar Javier Melgarejo, comenzó a estudiar su sistema educativo hace más de una década. Constató que a los 4 y 5 años menos de la mitad de los niños finlandeses acuden a guarderías y no empiezan el colegio hasta los 7 años. Dos años después, sus puntuaciones son mejores que el resto de los países estudiados por la OCDE.

Durante los primeros seis años de la primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo maestro, que vela por que ningún alumno quede excluido. Es una manera de fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad. Hasta 5º no hay calificaciones numéricas. No se busca fomentar la competencia entre alumnos ni las comparaciones.

La educación gratuita desde preescolar hasta la universidad incluye las clases, el comedor, los libros y hasta el material escolar. La jornada escolar suele comenzar sobre las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde, con el paréntesis del almuerzo a las 12-12,30 horas. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España, con deberes en casa que no son excesivos.

«El éxito finlandés se debe a que encajan tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales (bibliotecas, ludotecas, cines...)», explica Melgarejo. Los tres engranajes están ligados y funcionan de forma coordinada. «Los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela» y complementan el esfuerzo que se hace en el colegio.

«En Finlandia el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana», añade el psicólogo escolar , para quien este estímulo de la lectura en casa resulta fundamental. El sistema social finlandés contribuye con numerosas ayudas oficiales a las familias, que pueden conciliar su trabajo y la atención a sus hijos.

Otra característica es la elevada calificación académica del profesorado, principalmente en educación primaria. Los finlandeses consideran que el tesoro de la nación son sus niños y los ponen en manos de los mejores profesionales del país.

Los mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza, donde se aprenden los fundamentos de todos los posteriores aprendizajes. Se considera que hacia los 7 años el alumno se encuentra en la fase más manejable y es cuando realiza algunas de las conexiones mentales fundamentales que le estructurarán toda la vida.

Para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de reválida y se requiere además una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado...). Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas. Al proceso de selección le sigue una exigente licenciatura y periodos de prácticas.

Harri Skog, secretario de Estado de Educación, resumía en una frase la importancia que le conceden los finlandeses a este proceso:

                                  «La educación es la llave para el desarrollo de un país»


Fuente:ABC

lunes, 4 de junio de 2012

La buena educación

Iba con mi amigo paseando, cuando en una acera estrecha, cedimos el paso a un matrimonio de cierta edad que venía de frente. Cual sería nuestra sorpresa al oir : "Gracias, muchas gracias señores", dicho con amabilidad, con una breve inclinación de cabeza, y acompañado de una sonrisa afectuosa. Tras un primer momento de vacilación, dimos media vuelta y exclamamos: "¡Alto ahí! Un momento por favor". Hace años que raramente nadie da las gracias por cederles la acera. Lo normal es que agachen la cabeza como los guarros chicos y tiren "pa’ lante" ;así que si alguien tiene que dar las gracias somos nosotros a Vds por mantener esa rara especie que se llama buena educación.Charlamos un ratito y todos contentos seguimos nuestros caminos.

En nuestros tiempos hay tres cosas que se han olvidado: Dar los buenos días, dar las gracias y pedir perdón. Posiblemente por la misma causa: La mala educación. Las personas educadas no tienen el menor inconveniente en ser agradecidos, algo propio de los bien nacidos. Saben intuitivamente que así aumentan su prestigio y ganan amistades. Saben también que algo que cuesta tan poco, rinde demasiado y sería estúpido desaprovecharlo.

La buena educación, algo distinto de la simple cultura, se ha refugiado en el comercio, en las ventas, en las empresas donde el buen trato con el cliente se traduce en buenos negocios. Cliente tratado desconsideradamente es un cliente perdido. En los pueblos cultos son de uso frecuentísimo las frases de cortesía. ¿No será que la mala educación sigue siendo propia de gente bajuna, aunque posean riquezas y cultura?  

Pero ¿Qué es la buena educación? Es una de las forma de mostrar amor y respeto a los demás. Es la traslación a la sociedad del "Amarás al prójimo como a ti mismo", es una exigencia para hacer la convivencia amable con todo el mundo, con el que nos agrada y con el que no. Yo no he visto a ningún burro dar los buenos días, dar las gracias o pedir perdón, como tampoco lo he visto entrar en un bar a tomar café. Sin embargo, existen personas, algunas con altos cargos, que para hacer notar su importancia o para encubrir su ineptitud andan por este mundo con cara hosca y prodigando a todas horas lo único que saben hacer bien: soltar coces y rebuznar. Estas pobres gentes pagan por ello un precio elevado: el desprecio y alejamiento de los otros, la infelicidad en su hogar y en el trabajo.

Comentaba un profesor de Instituto, que hace unos días, un par de amigos suyos, fueron a consultarle la posibilidad de que sus hijos estudiasen Religión o Etica. "Oye, ¿eso de la Etica no será lo de la buena educación de la época de Franco? ¿Pero eso no está pasado ya de moda?" El profesor se quedó pasmado. La educación ha desaparecido de la escuela, de los institutos y de la universidad. Los profesores se muestran impotentes para mantener la disciplina y el orden en clase, los padres no saben que hacer con los hijos e hijas que tras el botellón llegan a casa a las cinco de la mañana, la familia pasa por un serio bache. 

Por otra parte la TV se encarga de que la zafiedad, las groserías y las malas formas se extiendan cada vez más, y lo que es más grave ¡En nombre de la libertad!. El cambio siempre es posible, especialmente cuando vemos que una buena parte de nuestra juventud está muy sana. Recordemos que en tiempos de Felipe II éramos la nación más admirada por nuestra cortesía. Posiblemente las causas estén más en la época en que vivimos que en la educación familiar recibida. Algo tendrá también que ver esa "ESO" sobre la que aun no he conseguido que ningún profesor, ni uno solo, me hable bien de ella. Particularmente, me importa lo que pasa en las aulas no lo que digan los papeles.

Además en esta época están influyendo de forma brutal políticos bajitos de cultura y condición, que han abolido todo tipo de disculpas. Suelen estar diariamente en todos los medios de difusión, diciéndonos lo que tenemos y lo que no tenemos que hacer. Ningún político reconoce un error o una destemplanza, una acusación infundada, un desaire o una bajeza. Y lo mismo va ocurriendo en personas de cualquier condición, clase o sexo. Pedir perdón o recibir un favor se considera una humillación terrible en nuestro ridículo mundo de soberbios y narcisistas.

Como somos pendulares, esperamos que pase pronto esta mala racha, que ya dura demasiado. Las personas que dan las gracias con naturalidad, que reconocen sus errores y piden perdón con dignidad, las que saben alabar una buena comida felicitando a la cocinera, las que tienen siempre una palabra amable y una sonrisa para todos, incluyendo a los cargantes; los que se alegran de todo corazón por los éxitos de sus amigos, todas ellas son personas que disfrutan de un gran capital: la amistad y el cariño de muchos. Las casas de estos, sus apoyos y amigos siempre están abiertos para ellas. Los que tenemos uno de estos amigos somos conscientes de disfrutar de un tesoro inapreciable.