miércoles, 28 de noviembre de 2012

Vidas atípicas (I). Bruce, Brian, Brenda y David Reimer

Aunque el título pueda indicar que estamos ante una historia familiar, no son tantos los protagonistas; sino, leed hasta el final esta apasionante historia.

Todo comienza en Canadá en 1965, cuando Janet y Ron Reimer van al hospital con sus hijos gemelos, Bruce y Brian de ocho meses con la intención de someterles a una circuncisión. La historia parece normal, sin embargo, un asistente tuvo que hacer el trabajo del cirujano que estaba enfermo, hizo un mal uso del cauterizador eléctrico y abrasó totalmente el pene de Bruce, haciendo que entrara en necrosis y más tarde cayera.

Debido al escaso desarrollo de la cirugía de reconstrucción genital, poco se podía hacer por el pequeño… sin embargo, un día los padres de Bruce se enteraron de la existencia de un médico en Baltimore que quizá podría echarles una mano. 

John Money (vaya apellido) fue un importante sexólogo y psicoendocrino que defendía la superioridad de la influencia ambiental respecto a la biológica y que la educación podía determinar la conducta de los sujetos. Nuesto Money vio su oportunidad en el caso Reimer, ya que dispondría de un sujeto control, Brian, sobre el cual observar las diferencias que aportaba la distinta educación dada, pues como ambos eran gemelos la dotación genética era concordante al 100% en los dos sujetos.

El doctor Money sugirió a los Reimer que la solución sería reconstruir una vagina artificial y una vez finalizada con éxito la operación, empezar la educación de Bruce como una niña, Brenda. Las premisas que debían cumplir los padres eran sencillas, simplemente tratar a Brenda como si fuera una auténtica niña y bajo ninguna circunstancia hablar del tema.

La familia empezó a hacer como si no hubiera pasado nada, pero algo raro pasaba con Brenda: Odiaba los juguetes de chica y se arrancaba los vestidos; los problemas no habían hecho más que comenzar. Cuando Brenda comenzó a crecer, los efectos hormonales a pesar de estar combatiéndolos con estrógenos, comenzaron a surgir… aportándole un aire musculoso y desgarbado, que poco tenía que ver con el cuerpo de las demás niñas, lo que añadido a la crueldad natural de las personas, nos pone fácil imaginar las humillaciones por las que pasó Brenda.

Habitualmente los dos hermanos tenían que acudir a terapia con el Doctor Money para comprobar su desarrollo. Sin embargo, parece que aquellas terapias tenían pocos efectos beneficiosos en los pequeños, ya que siempre salían de allí con estados psicológicos muy alterados, debido al parecer a las pruebas a las que se les sometían.

Brenda crecía, y su vida cada vez era más parecida a un infierno. Se negó a más operaciones y los intentos de suicidio estaban comenzando a ser peligrosos; poco a poco el doctor se fue alejando de la familia y fue entonces cuando el padre de Brenda decidió contarle toda la verdad.

Tras la confesión, Brenda cambió de sexo y pasó a llamarse David Reimer, siendo físicamente y ”oficialmente” lo que siempre había sido: un hombre. David acabó casándose, pero al poco tiempo su historia se hizo pública, perdió su trabajo y el matrimonio acabó separándose . Un tiempo después su hermano Brian se suicidó.

El estudio de Money fue alabado en la época pues suponía la demostración empírica de la determinación cultural en la sexualidad de los sujetos, ya se estaba demostrando que Brenda actuaba como una chica, porque la habían educado así y poco tenían los genes que decir al respecto.

Aunque en la realidad, David fue desgraciado durante toda su vida y muy poco le importaban todas estas polémicas científicas.

De esta desafortunada historia debemos sacar algo bueno, y es que "los determinismos no existen. No todo es tan sencillo como vestirnos de azul o de rosa, ni inyectarnos hormonas por un tubo para hacernos ser hombres o mujeres. La educación es fundamental para nuestro desarrollo. Pero también hay algo inherente en nosotros que nos hace ser lo que somos, y por tanto ni la genética ni el ambiente por si solos nos aportan una identidad. Somos el resultado de muchas combinaciones, y sobre todo, somos algo extremadamente complejo."

David se suicidó el 4 de mayo de 2004, a los 38 años de edad.

Alucinante ¿Verdad?
Gracias a nosolofreud.wordpress.com

1 comentario:

  1. Interesante historia, aunque terminase en desgracia.Que gran misterio somos y que complejidad habita en nosotros aunque apenas podamos percibirlas con nuestros ojos humanos.

    Esperando ya la segunda parte...

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