jueves, 30 de enero de 2014

La música como transporte...



La musica es arte, es el arte de transportarnos a modo de magia que atrapa y evoca a un sin número de sensaciones, llevándonos a un mundo de poesia y fantasía. O al menos así me hace sentir a mí. 

Esto es lo que me pasa cada vez que escucho  al compositor y multi-instrumentista Kitaro.



Aunque Kitaro atribuye sus creaciones a una fuerza que está más allá de él. "Esta música no proviene de mi mente," señala. "Es del cielo, pasa a través de mi cuerpo y sale por mis dedos convirtiéndose en una composición. A veces me maravillo. Nunca practico. No leo ni escribo música, pero mis dedos se mueven. Me pregunto, '¿De quién es esta canción?' Escribo mis temas pero no son mis temas."


Kitaro es un músico japonés autodidacta que descubre la música electrónica europea y la expande universalmente bajo un concepto místico oriental. Avalado en sus inicios por el maestro alemán Klaus Schulze, Kitaro nos descubre como su música es un hilo conductor por donde las experiencias de lo sagrado y místico se expresan a través de su manera tan particular de tocar. 




En sus conciertos incluso se pueden ver a monjes sintoístas ya que su música trascendental evoca diferentes estados de relajación y puede hacernos viajar por mundos espirituales...

miércoles, 29 de enero de 2014

Mitómanos

La mitomanía, también denominada pseudología fantástica, es un trastorno psicológico, por el cual la persona afectada, denominada mitómano o mentiroso patológico, tiene una conducta repetitiva del acto de mentir, lo que le proporciona una serie de beneficios inmediatos, como admiración o atención.
A diferencia de otras adicciones, en la mitomanía puede existir o no intención de engañar, aunque el verdadero fin es deformar la realidad para contar una historia personal más llamativa. Al principio esas narraciones logran su efecto, cautivando a quien le escucha, obteniendo atención, respeto y hasta admiración, que es lo que en definitiva mantiene esta conducta.
Las mentiras por falsificación u omisión pueden surgir de forma espontánea como un manera de evitar un castigo o para excusar una falta de puntualidad o de cumplimiento de alguna tarea encomendada. Llegar tarde a una cita o no tener preparado el trabajo solicitado el día anterior pueden ser situaciones propicias para que surja la mentira.
Los beneficios inmediatos que provocan estas mentiras pueden ser el detonante de un refuerzo para repetir dichas conductas; al observarse que cuanto más se repite menos tareas debe cumplir. Existe una línea muy fina, entre un comportamiento buscando el beneficio inmediato y la conducta adictiva, ya que la segunda se adquiere por la repetición, pero sobre todo por la sensación de impunidad que deja a quien miente.
El adicto, aunque quiera, no puede dejar de mentir, pues se ha convertido en una parte de su forma de comportarse y relacionarse con los demás, llegándose a sentir indefenso si no adorna la verdad con mentiras que la hagan más interesante.
La situación que puede originar un comportamiento mitómano suele estar relacionada con el estrés, cuando la persona se encuentre en un momento comprometido y piense en recurrir a la mentira como una salida fácil a dicha tensión; precisamente esa liberación que va a sentir cuando salva la situación con la mentira va a ser el motivo para que se vuelva a repetir en otras ocasiones.
Aunque los familiares y amigos son los que más expuestos están a estas mentiras, también son los que antes se dan cuenta de las mismas, precisamente por la convivencia con el mitómano, ya que conocen de su vida y sobre todo ven la inconsistencia de sus mentiras a lo largo del tiempo.
Cuando el beneficio buscado es el de provocar admiración en el otro, no tiene mayores consecuencias, pero si sobre esa base se fundamenta una relación, cuando la persona se dé cuenta de las mentiras va a tender a abandonar al mitómano, pues se habrá roto la confianza que se supone debe regir en toda relación.
Si una vez detectadas por los familiares y amigos las mentiras no son cortadas a tiempo, pueden reforzar al mitómano a seguir con esa actuación, al no encontrar freno a su conducta adictiva. La forma de proceder pues sería enfrentar al mitómano a la verdad, y exponerle las consecuencias de ello, especialmente sobre sus relaciones personales.


Gracias a www.webconsultas.com

viernes, 24 de enero de 2014

Ser agradecidos...

Fábula la Hormiga y la Paloma

En un día caluroso una hormiga buscaba algo de agua, después de tanto buscar llegó hasta un manantial. Para llegar hasta el manantial debió trepar una larga hoja, mientras trepaba resbaló y cayó al agua. Una paloma que se encontraba sobre un árbol desprendió una hoja y se la arrojó a la corriente. La hormiga subió a la hoja y así flotó a salvo hasta la orilla.





Mientras un cazador de la zona apuntaba a la paloma tratando de cazarla, imaginando lo que estaba por hacer, la hormiga se apuró a picarlo en el talón. Al sentir el dolor, el cazador soltó el arma y entonces la paloma aprovechó para alzar vuelo y salvarse.

lunes, 20 de enero de 2014

Móvildependientes. La nomofobia

Seguro que te has fijado en que ya no queda nadie que ande por ahí sin su teléfono móvil. Hemos asumido como parte del paisaje a niños, adultos y ancianos, mirando estasiados, casi en trance, la dichosa pantallita del teléfono y esta situación se ha acentuado desde que los móviles se pueden conectar a internet.

¿Qué nos está pasando? ¿Por qué  no podemos dejar de consultarlo a cada momento? ¿Por qué nos ponemos tan furiosos cuando nos quedamos sin batería  o cuando no tenemos cobertura? Y lo que es mas grave ¿Por qué estamos tan nerviosos cuando nos lo dejamos olvidado en casa y no podemos tenerlo entre las manos?

Con el desarrollo de las tecnología móvil han nacido nuevos peligros para nuestra salud. Uno de ellos relacionado con el tema que nos ocupa es la nomofobia. Significa no-mobile-phone phobia o, lo que es lo mismo, la dependencia del teléfono móvil llevada al extremo. 

Es el nombre con el que se ha definido al miedo a estar sin móvil. Puede parecer una simple adicción, pero también es posible que detrás de eso haya un grave problema psicológico. Sus síntomas son: Sensación de ansiedad. Taquicardias. Pensamientos obsesivos. Dolor de cabeza. Dolor de estómago...

Se produce una total dependencia y necesidad de estar en contacto contínuo con los demás. También aparece un miedo irracional a decepcionar a los demás si llaman y no hay posibilidad de estar conectado y devolver la llamada. Todo esto se traduce en un problema de autoestima y de relaciones interpersonales.

La adicción puede llegar a ser incontrolable. Quienes la sufren son personas que no pueden apagar el móvil por las noches y que, por tanto, ven menguadas sus horas de sueño. El insomnio es, por tanto, una de las consecuencias más frecuentes en los pacientes con nomofobia. 

Como el fumador que después de estar sin tabaco mas tiempo del que quisiera, enciende su cigarrillo con gran ansiedad, así lo primero que hacen los nomofóbicos al coger su móvil entre sus manos después de un rato sin utilizarlo, es consultarlo inmediatamente.




lunes, 13 de enero de 2014

El modelo AIDA

AIDA es un modelo clásico que describe los efectos que produce secuencialmente un mensaje publicitario. La palabra «AIDA» es un acrónimo que se compone de las siglas de los conceptos en inglés de atención (attention), interés (interest), deseo (desire) y acción (action).

Son cuatro obstáculos que el cliente debe sortear ordenada y progresivamente, para tomar la decisión de comprar un producto, ya sea un objeto o un servicio. AIDA fue enunciado por Elias St. Elmo Lewis en 1898; primero, con sólo tres escalones, y finalmente, incluyó la acción, como elemento fundamental.

Los elementos publicitarios, como escaparates, anuncios...deben conseguir, con respecto a su audiencia: en primer lugar, captar la atención, después despertar el interés por el artículo o la oferta, seguidamente despertar el deseo de adquisición y, finalmente, provocar a compra o reaccionar al mensaje.

-La atención: Es la aplicación de la mente a un objeto; es despertar la curiosidad. Ante los miles de estímulos que ofrece el día a día, las personas reaccionan respondiendo a las que están relacionadas con su propia actividad y desestimando los demás.

¿Cómo se capta la atención?. La atención se otorga a aquello que tiene relación con nosotros. Todo lo que afecte a nuestro «yo» es objeto de atención: puede significar peligro o beneficio; puede que sea bueno o malo. Una frase como: "Pienso que usted podría sacar un beneficio mayor si...", "¿Me permite que le explique...?",llaman la atención de forma poderosa.

También se puede captar la atención con algo que está fuera de lugar; por ejemplo, un gato sobre el teclado del PC. Sin embargo, se debe tener cuidado con estos impactos; deben tener relación con la venta. Un vendedor de zapatos seguro que captará la atención de su cliente si se presenta vestido de Indio, pero será muy difícil que venda algún par.

En la venta personal, la atención se capta con cortesía y respeto, con el lenguaje corporal y facial, con una sonrisa, con una clara demostración de interés por el cliente y sus intereses, con empatía, haciéndole ver que se ha comprendido su preocupación.

-Despertar el interés es lo que se pretende al captar la atención. Se puede definir como una atención continuada, como una forma de curiosidad no satisfecha. El diccionario dice que es una "inclinación hacia una persona o cosa" y hasta cierto punto esta acepción también es válida en ventas.

¿Cómo se despierta el interés? El interés se debe despertar con una oferta. Es importante que el interés se oriente hacia el producto y los servicios que brinda, especialmente en su capacidad de satisfacer las necesidades del comprador. Una forma frecuente de despertar interés es contando historias de otros clientes satisfechos.

En la venta personal, es negativo o poco positivo que el interés del cliente se centre en la facilidad de expresión del vendedor o en otro aspecto de su persona. Lo mejor es dejar hablar al comprador potencial. Escuchar activamente con los oídos y con los ojos. Atender y entender sus objeciones y sugerencias, que servirán de guía para retornar a la línea de argumentación. Hacerle saber que obtendrá un beneficio o evitará una pérdida con el producto o servicio le mantendrá interesado.

-El deseo de poseer el producto es consecuencia de una buena demostración. Este paso consiste en mostrar y convencer. Una demostración es exponer el producto en uso, destacando los beneficios que proporcionará al comprador. Crear la sensación de que ya tiene el producto, que ya tiene la solución que le brinda el producto. Esto produce una segunda sensación, esta vez de ansiedad o temor de perder el producto, de perder la solución a su problema, de perder la satisfacción de tener la solución de un problema... si no decide comprar.

En la venta personal, si no es posible hacer funcionar el producto (porque no se trata de tangibles sino de un servicio) hay que mostrar sus efectos con gráficos, folletos, números, audiovisuales, planos, mapas, testimonios, etc.

¿Cómo se consigue despertar el deseo? El deseo como apetencia natural por poseer artículos que solucionan problemas y facilitan el acceso a la felicidad existe de forma natural, espontánea. El deseo de comprar existe de forma natural. A casi todo el mundo le resulta más grato comprar que vender. Para estimular el deseo se ofrecen descuentos o se limita la oferta a un período relativamente corto.

-La acción se concreta en la adquisición del bien o servicio ofrecido. Es la última fase del proceso, en este caso lo que se busca en ella es lograr que el comprador adquiera el bien o servicio en cuestión. Todo el mensaje transmitido debe conducir a este objetivo final, que es el de vender.

En esta fase es donde se suele situar el tratamiento de las objeciones, que el potencial cliente ha ido planteando a lo largo de las fases anteriores, haciendo ver al mismo cómo la adquisición de dicho bien, va a lograr satisfacer la necesidad del cliente. También resulta adecuado motivar la confianza de éste por medio de acciones de opciones de reembolso o devolución en caso de que no quede satisfecho, por citar algunos ejemplos.

Una vez hemos pasado por estas 4 fases de forma positiva la venta estará lograda y por tanto se habrá cumplido el objetivo.




Gracias a wikipedia

viernes, 10 de enero de 2014

Obsolescencia programada

Es evidente que las cosas que utilizamos hoy en día tienen una vida muchísimo mas corta que las de antes. Hace años, podías comprar cualquier electrodoméstico, o un coche por poner algunos ejemplos y al cabo de los años había que cambiarlos por otros por puro aborrecimiento, ya que aparte de las averías propias de su uso, era practicamente imposible que se rompieran definitivamente.

Hoy día eso no pasa, y cualquier cosa que compremos, sea la que sea, viene ya con su fecha de caducidad implícita, y lo peor de todo es que somos conscientes y nos resignamos a ello.

Pero no sólo son los chinos los culpables de esto. Existe un concepto,  la obsolescencia programada u obsolescencia planificada, que es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio, de modo tal que tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto o servicio, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible.

Se considera que el origen se remonta a 1932, cuando Bernard London propuso terminar con la gran depresión  a costa de la sociedad a través de la obsolescencia planificada y obligada por ley (aunque nunca se llevase a cabo). Sin embargo, el término fue popularizado por primera vez en 1954 por Brooks Stevens, diseñador industrial estadounidense. Stevens tenía previsto dar una charla en una conferencia de publicidad en Minneapolis en 1954. Sin pensarlo mucho, utilizó el término como título para su charla.
El potencial de la obsolescencia programada es considerable en beneficio del fabricante, ya que en algún momento fallará el producto y obligará al consumidor a adquirir otro, ya sea del mismo productor (mediante adquisición de una parte para reemplazar y arreglar el viejo producto o por compra de un modelo más nuevo), o de un competidor,  factor decisivo también previsto en el proceso de obsolescencia programada.
Para la industria, esta actitud estimula positivamente la demanda, al alentar a los consumidores a comprar de modo artificialmente acelerado nuevos productos si desean seguir utilizándolos.
La obsolescencia programada se utiliza en gran diversidad de productos. Existe riesgo de reacción contraria de los consumidores si advierten que el fabricante invierte en diseño para que su producto se vuelva obsoleto más rápidamente y que puedan recurrir a la competencia y basar su elección en durabilidad y buena calidad del producto.
Éstas y otras cuestiones surgen e intentan explicarse en el documental "Comprar, tirar, comprar", que Televisión española estrenó el 9 de enero de 2011 y que ahora puedes ver aquí.





jueves, 2 de enero de 2014

Kármate

Un nuevo año acaba de empezar, y como todos los comienzos de año, viene cargadito de buenos propósitos; unos beneficiosos para nuestro cuerpo: Que si dejo de fumar, que si sería conveniente perder unos kilitos, que si me apunto al gimnasio... Y otras intenciones buenas para el espíritu: que si voy a dedicar mas tiempo a la familia, que si llamo a aquel amigo al que tengo abandonado y que sé que puede necesitarme, etc.etc.

La mayoría por no decir todas las buenas ideas y nuevos proyectos suelen quedar aparcados en la cuneta y terminamos cayendo una y otra y otra vez en los mismas malas costumbres, en los mismos fatales errores.

Es aquí donde entra en juego el karma, que en pocas palabras no es mas que la relación causa o actos que cometemos, y efectos que estos producen. Y es que normalmente terminamos recogiendo lo que vamos sembrando en el camino de nuestra vida (aunque haya malvados que se vayan de este mundo de rositas, y bellas personas que vengan al mundo nada mas que para sufrir. Pero son los menos)

Pero el problema es que no acabamos de comprender bien lo de la causa-efecto y nos dejamos llevar en la mayoría de las ocasiones por nuestros instintos mas básicos, por nuestro egoismo o por nuestro orgullo, y acabamos escogiendo el camino equivocado una y otra vez, con lo que estamos condenados a no poder liberarnos de las cadenas que suponen los efectos de nuestras malas acciones, lo que se traduce en un continuo sufrimiento, tanto físico como espiritual.

Nos guste o no, la ley del karma rige nuestra vida, y tanto mejor nos irá cuanto mas seamos capaces de realizar buenas causas o actos cuyos efectos sean buenos; y es mejor "karmarse" y fijarse pocos objetivos sencillos y no añadir otros hasta que los primeros estén resueltos.