jueves, 26 de enero de 2012

Técnicas de Formación de Adultos

   ¿Por qué muchos cursos de formación son tan aburridos? 
   ¿Es que el tema es pesado o monótono? Con un poco de imaginación y técnicas de comunicación, cualquier tema puede ser interesante.
   ¿Es porque los organizadores creen que algo tan serio tiene que ser sólo útil y práctico? El buen humor, la imaginación y la originalidad ayudan a que sea entendido y recordado.
   ¿Es porque al formador no le han enseñado como formar? Puede ser…. El hecho de disponer de amplios conocimientos sobre un tema no es suficiente para ser un buen formador. El ser experto en algo no es una garantía de éxito en la formación. La enseñanza es una ciencia y un arte,  para las que hay que tener vocación y  hay que dominar sus técnicas y desarrollar habilidades.
   Los cursos de formación son para transmitir conocimientos, enseñar nuevas habilidades o cambiar actitudes. A menudo, los conocimientos pueden salvar vidas, las habilidades pueden ahorrar dinero, las actitudes pueden hacernos conservar los clientes. Si el formador fracasa y no forma eficazmente, entonces, los costes a pagar por tener gente poco preparada cuando desempeña su labor, pueden ser verdaderamente altos.
   Factores a considerar en la formación de adultos:
   1- Los adultos aprenden si sienten que lo necesitan.
 Piensa en las formas en que el curso que estás a punto de impartir ayudará a los participantes a mejorar la realización de su trabajo y a sentirse satisfechos de si mismos. Después hazles saber estos y otros beneficios. Es la mejor manera de estimularles para que ellos “se metan en el curso” y lo sigan con ilusión.
   2- Aprender haciendo.
   Cuando los participantes están implicados en el proceso de aprendizaje, en lugar de escuchando pasivamente, aprenderán más eficazmente y se sentirán más auto-motivados. Provee amplias oportunidades para que practiquen activamente las habilidades y conocimientos que quieres que aprendan. Usa ejercicios prácticos.
   3- Refuerzo Positivo.
    El aprendizaje reforzado positivamente tiene más probabilidad de que sea retenido, asimilado y repetido adecuadamente. El reconocimiento por una respuesta correcta o por tratar de contribuir puede significar muchísimo para el participante. Por el contrario, poner énfasis en los errores o hacerle notar carencia de habilidades o dificultades para avanzar no hace sino desmotivarle y sumirle en la creencia de su incapacidad.
   4- Ser realistas.
    Los adultos quieren que el contenido de su aprendizaje sea directamente aplicable a su trabajo, bien inmediatamente o en el inmediato futuro. Han de unirse experiencias pasadas con aplicaciones futuras. Permite que los participantes resuelvan problemas reales usando lo aprendido, y que los proyecten hacia otras actividades o tareas que van a realizar en el futuro.
   5- Clima de apoyo.
    Es muy importante crear un ambiente informal abierto al aprendizaje. Las características de un clima de apoyo son: confianza, colaboración, respeto, aceptación y un aprecio de los diferentes estilos de aprendizaje. Evita un estilo demasiado serio. Si es apropiado, anima a los participantes a que disfruten comentando sus cosas de forma distendida.
   6- Los adultos aprenden por métodos diferentes de formación.
   Utiliza varios métodos de aprendizaje. Combina la discusión, la participación, el estudio de casos, la auto-valoración y los planes de acción en tu sesión de formación. Usar diversos métodos refuerza tu mensaje y promueve la participación.
   7- Pregúntate ¿Por qué?
    ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué estoy dando este curso? Solo si estamos totalmente seguros de nuestros objetivos y de las necesidades de los participantes, podremos diseñar y ofrecer un curso de formación, sabremos qué incluir en él, y este es el mayor problema de la mayoría de los formadores. No se trata de mostrar a todos cuánto sabes, sino de satisfacer los requerimientos de los alumnos  y cubrir sus necesidades.
   8- Empieza creando expectación.
    Ahora ya saben lo qué van a aprender, porque saben lo que vamos a enseñar. Les hemos contado el contenido del curso y sus objetivos. Lo siguiente es estructurar el qué en un curso efectivo. Es importante empezar con un captador de atención. Crear un impacto instantáneo. Pero debes empezar con algún tipo de impacto que se adapte a su personalidad . No seas tímido. Hacer que tu mensaje sea memorable y divertido es un asunto muy serio. Si fracasas al intentar captar la atención de las mentes de los participantes, se centrarán en otras cosas que son importantes para ellos.
   9- Divídelo entre tres.
    La guía para conducir al grupo tiene este recorrido, que es como un lema para los formadores: Al empezar, hay que decirles de que se les va a hablar; durante la sesión deben saber de que se está hablando y, al terminar, repasar lo que se les ha dicho. Además, nosotros nos preocupamos en ayudar a la gente para que aprendan practicando, no tan solo diciéndoselo.
   Un curso bien estructurado tiene tres fases claramente diferenciadas: Planteamiento, demostración, y realización o práctica. A menudo, algunas partes de este ciclo se descuidan, incluso por formadores con experiencia. Explicar lo que deben aprender, les ayudará a comprenderlo. Demostrarlo, les ayudará a ver y percibir su significado, a entenderlo de una manera más concreta. A menos que les deje practicar, ni tú ni ellos estaréis seguros de si realmente han aprendido algo, tal vez no, hasta que sea demasiado tarde.

1 comentario:

  1. Qué gran entrada Vito! Y qué buenos consejos. Esperemos tener la oportunidad de llevarlos a la práctica XD

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