jueves, 14 de noviembre de 2013

Under Pressure...

Escuchaba hace poco canciones de Queen, entre ellas Under Pressure. La letra me inspiró la realidad de nuestras vidas donde el tiempo va tan rápido que casi se nos escapa de las manos sin darnos cuenta. Me llevó también a indagar sobre la percepción del tiempo y posibles causas de ello.


  •  En el Laboratorio de Tiempo y Percepción del Baylor College of Medicine:
Se estudian fenómenos relacionados con la percepción del tiempo.
 Algunas de las conclusiones apuntan como la aceleración de la vida a medida que nos hacemos mayores puede estar relacionada por el gasto energético de nuestro cerebro cuando procesamos información.
Según estas  teorías, cuando la experiencia es nueva, nuestro cerebro gasta más energía. De tal forma que prestamos más atención y registramos más detalles que cuando la experiencia es repetida. Este esfuerzo mental nos produce la sensación de que el tiempo transcurrido es mayor.
 
En cambio mediante la experiencia  repetida no tenemos que "escribir" tantos datos nuevos en nuestro cerebro porque ya los conocemos y gastamos menos energía en hacernos la representación mental de lo que está sucediendo.
Por ejemplo, si nos desplazamos por primera vez a un lugar determinado desde nuestra casa tenemos que estar atentos para realizar el camino correctamente y no perdernos.
 Sin embargo, al aprendernos el camino llegamos al destino "sin pensar". Tanto es así que a veces vamos tan ensimismados en pensamientos que nada tienen que ver con la ejecución del trayecto que no recordamos absolutamente nada del mismo.


La mayoría de las experiencias nuevas se acumulan durante la niñez, adolescencia y primera juventud. Por eso, durante esos años parece que el tiempo es más largo. 
 
  •  Para sentir que nuestra vida es más larga, el truco está en hacer actividades distintas cada día.
 
 
  • Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas:  
Quienes lo sufren perciben alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos, así como distorsión de la imagen corporal y del transcurso del tiempo. También se han asociado otras ilusiones visuales como palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras).


Según los expertos, las personas afectadas por este síndrome son en todo momento conscientes de la naturaleza ilusoria de sus percepciones. Sin embargo, éstas son lo suficientemente intensas como para que tengan que mirarse en un espejo para comprobar su talla.

Los científicos sospechan que Charles Lutwidge Dodgson, conocido bajo el pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo sufrir el síndrome, de forma que las experiencias de la joven Alicia fueron bien conocidas por su creador.







Fuente: Revista Muy Interesante.

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