miércoles, 6 de noviembre de 2013

Los 8 pecados capitales

¿A que no sabías que los pecados capitales eran ocho?

Se sabe que el santo africano Cipriano de Cartago (258) escribió acerca de ocho pecados principales, y posteriormente, el monje Evagrio Póntico (345-399) escribió sobre los ocho vicios malvados, una lista de ocho vicios o pasiones malvadas, fuentes de toda palabra, pensamiento o acto impropio, contra los que había que guardarse. Dividió los ocho vicios en dos categorías:
Cuatro vicios concupiscibles o deseos de posesión: Gula y ebriedad, avaricia, lujuria y vanagloria.
Cuatro vicios irascibles, que ―al contrario que los concupiscibles―, no son deseos sino carencias, privaciones, frustraciones: Ira, tristeza, pereza, y orgullo.

Ya en el siglo VI, el papa romano san Gregorio Magno (540-604) confeccionó una lista propia definitiva reduciendo los vicios a siete, ya que consideró que la tristeza era una forma de pereza, lista que ya quedó como definitiva.

Para afrontar la tentación de cometer alguno de los siete pecados capitales, la iglesia elaboró una lista de virtudes que se contraponen a ellos y, por ello, sirven como modo de salvar el alma. A saber:
Humildad contra el pecado de soberbia.
Generosidad contra el pecado de avaricia.
Castidad contra el pecado de lujuria.
Paciencia contra el pecado de ira.
Templanza contra el pecado de gula.
Caridad contra el pecado de envidia.
Diligencia contra el pecado de pereza.

Puede ser que efectivamente la tristeza pueda no ser un pecado, mas a sabiendas que es una condición que en la mayoría de las ocasiones nos viene dada por nuestras circunstancias personales, pero yo no dudaría en incluir a La Alegría, su contrapuesto, en la lista de Virtudes, y además la pondría en lugar preferente.

¿O no es virtud conseguir estar alegre ante la adversidad?

Gracias a wikipedia

3 comentarios:

  1. Yo también añadiría la Alegría como una gran virtud.

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  2. Me gustó mucho el post y me fue útil. Quisiera hacer un comentario con relación a la propuesta de la alegría como virtud.
    Individuos con determinadas condiciones psiquiátricas como el trastorno afectivo bipolar en su fase maniaca tienen una alegría exagerada (hipertimia) muchas veces ajena por completo a la satisfacción de sus necesidades, y como se sienten “tan bien” con frecuencia tienen una conducta financiera extravagante mediante la cual gastan desmedidamente, venden a muy bajo precio o regalan posesiones de las que no deberían deshacerse. También pierde la noción del peligro en aspectos tan importantes como la sexualidad, y unido a un aumento del deseo sexual, que por lo general tienen, despliegan una conducta completamente irresponsable.
    Por otra parte, la disociación ideo-afectiva o incongruencia afectiva es un síntoma psiquiátrico bastante serio que se puede ver en la esquizofrenia, y se manifiesta en que las respuestas afectivas no se corresponden con los estímulos procedentes del medio, y ante una mala noticia como la muerte de un ser querido o pérdidas importantes se pueden tener muestras de alegría.
    Y en el caso de individuos mentalmente sanos, la toma de dediciones importantes debe hacerse distanciados de estados afectivos como la alegría, tristeza, ira, incluso del amor, porque embriagado de este también se pueden tener conductas que luego pueden ser motivo de arrepentimiento.
    Mi pregunta es la siguiente: ¿No son demasiados argumentos en contra de la propuesta de la alegría como virtud?
    Saludos afectuosos de Arturo José Sánchez
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  3. No sabía de 8 tenia un pequeño comentario pero sin fundamento anque lo importante es la aplicación de las virtudes para una vida mejor, para poder controlar nuestros demonios internos

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