martes, 26 de febrero de 2013

De errores y literatura...

"Porque mi ruta se había extraviado": se comete un error y nace una obra maestra. Si Dante no hubiese tomado el camino equivocado, no tendríamos la Divina Comedia. El error es el tronco del que nace la literatura, tanto clásica como moderna. 

Prácticamente no hay otro modo de relatar que partir de un error, de una regla violada, en la mitología tenemos ejemplos: Paris infringe la de la hospitalidad, tras haberse equivocado antes al erigirse en juez de la belleza de tres diosas (y nosotros ganamos la Ilíada); por un equívoco, Romeo cree que Julieta está realmente muerta y se mata; Ulises, insolente (uno de sus errores más graves, ponerse en contra de los dioses), es empujado por voluntad divina hacia una ruta equivocada (extravía "la ruta" y da comienzo otro poema). 



Dados una norma, un compromiso, una ruta, una meta, un pacto de fidelidad: una regla; si un error la viola nace una historia.

Hay una característica común a gran parte de relatos, poemas, leyendas, mitos que narran mundos fantásticos, donde es posible encontrar lo mejor y lo peor de la fantasía humana haya concebido (sirenas, magos y brujas, eterna juventud. monstruos horribles, princesas enamoradas de desconocidos que llegaron del mar, trogloditas, ninfas...) todos estos seres y las cosas fuera de la norma están en lugares a los que se llega por equivocación y sólo una vez; no se logra volver...

Como el viaje a los lugares santos purifica a los peregrinos y los transforma por eso la ruta de la peregrinación es siempre distinta de la de retorno. 

Y cuando se vaya, todo puede suceder, porque "más allá" esta el lugar donde todo se vuelve posible. 

El poeta para crear sigue las huellas de Dios, parte de un error y nos lleva a mundos nuevos e insospechados en la geografía, el alma y la imaginación. Para cruzar el límite entre lo verdadero y lo fantástico y entrar en el País de las Maravillas, basta con cruzar el espejo de Alicia (una frontera, un límite, una barrera de la lógica y de la realidad)



Dante puede nada menos que explorar el más allá, una vez toma el camino equivocado. Pero un buen error no basta para hacer una buena obra literaria. El escritor ruso Eugenij Zamijatin advierte que es necesario que esté equivocado tambien quien la escribe, porque una verdadera literatura sólo puede existir allí donde la creen locos, ermitaños, herejes, soñadoress, rebeldes y escépticos...

Alguien normal, no. Por eso el poder ((la regla) teme a la cultura y los tiranos arrancan la lengua a los poetas: son gente peligrosa, con una mente y un alma educada para alumbrar errores. 

Viajan. Hasta cuando están inmóviles.









Extraído del libro Elogio del Error de Pino Aprile.



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