El sábado os hablaba de “serendipia” y del libro de
Guzmán López. También os redirigía al artículo publicado por el
mismo en “neuronilla”,
pero como se que el ser humano es vago por naturaleza … y si es en la red de
redes mucho más … quiero dedicar la entrada de hoy a esos 5 pasos que Guzmán
López propone para propiciar el logro de éxitos inesperados.
Paso 1
Lo primero para que la serendipity nos visite es tener un objetivo.
El que sea, eso da igual. Si tenemos un objetivo tenemos una red para cazar
estímulos. Las personas con muchos intereses, como los artistas o los
inventores, tienen varias redes que les ayudan a captar muchos de esos
estímulos. Por eso no es raro escucharles decir cosas como “mira que curioso,
esto me valdrá para un proyecto con el que estoy ahora metido” o “a propósito
de esto que me cuentas, con ello yo podría hacer tal y cual”. Es decir, le
sacan mucho más provecho a las cosas que los demás. Todo gracias a esas “redes”
mentales que se han formado. Dicen que el que busca encuentra. Es cierto. Pero
con la serendipity no sabremos que es exactamente lo que encontraremos.
Seguramente algo mucho mejor de lo que buscábamos.
Paso 2
El segundo paso es llenarnos la cabeza de estímulos con
el fin de utilizarlos después en nuestro beneficio. Veamos por qué.
Miles de estímulos nos acribillan a lo largo del día y éstos
están siendo captados por tus diferentes sentidos para su posterior análisis,
clasificación y por último rechazo o aprobación del susodicho. Si el estímulo
carece de interés en esos momentos, quedará relegado al subconsciente quizá
para siempre. Si por el contrario es algo que nos toca la fibra será algo que
experimentaremos de manera consciente. Ambos nos afectan, la diferencia estriba
en que cuando reaccionamos al primero no sabemos muy bien por qué lo hacemos.
Era algo que ha quedado muy lejos de nuestra consciencia y que, por tanto, no
contábamos con ello. Pero gracias a una situación dada, ésta actúa como gancho
y extrae esa información de la cueva de nuestro inconsciente. Por eso la
publicidad se basa tanto en ello. Los publicitarios saben que poner una botella
de Coca cola en una escena, a la larga, aumentará sus ventas. Las personas
somos así. Así que si queremos conseguir una buena idea por este método lo
mejor será aumentar nuestra curiosidad, al igual que hace un niño.
Paso 3
Un tercer paso para conseguir las ideas más novedosas nos lo
traen los fracasos o errores. Al igual que le pasó a el señor Fry, todos
nosotros tenemos un elenco de fracasos memorables. Y si no, prueba a hacer una
lista con los 10 fracasos más grandes de tu vida. A continuación podemos
preguntarnos cuestiones como: ¿Aprendí algo de esto? Si es así, ¿recuerdo lo
que fue? ¿Para qué me sirvió? ¿Fue necesario o se podía haber evitado? ¿Cómo?
Aprender de los fracasos es importante pero aquí subimos un
poco la dificultad de la tarea. No sólo queremos aprender para no repetirlo,
queremos sacarle ventaja. Darle la vuelta al problema y usarlo en beneficio
propio. Eso fue lo que hico Art. No sólo se evitó una buena bronca de su
superior sino que… se hizo rico. Eso es serendipity.
Vayamos con otra pista para conseguir la idea de nuestra
vida. Se trata de algo tan conocido y a la vez tan valioso como el sentido
del humor. El humor nos ayudará mucho en el punto anterior, ya que sin
humor es difícil quitarle importancia a los errores. Por otra parte el humor es
considerado uno de los ingredientes básicos para la creatividad. Sin humor no
hay desinhibición y cuando estamos tensos o inhibidos, no hay buenas ideas. En
serendipity pasa algo parecido. Necesitamos humor para crear situaciones nuevas
que nos inspiren. Muchas empresas utilizan el humor como sustento de su
creatividad. Vueling pone música indie durante el vuelo además de series como
Los Simpsons o Friends. Además el comandante cuenta chistes y al despegar todo
parece que es un juego cuando dicen eso de “preparados para el despegue, 3, 2,
1… Vueling!!”
Vueling no es la única compañía que hace este tipo de cosas.
Los fundadores de la empresa de helados Ben & Jerry’s van más allá. Se
disfrazan en las juntas u organizan el día del helado gratis para el cual
alquilan una vaca- camioneta y van repartiendo los helados ellos mismos. Hoy en
día son una de las empresas líderes en helados del mundo.
Paso 4
Constancia. Ese es el próximo paso. Para que la serendipity aparezca
en nuestras vidas no tenemos que tener prisa y sobre todo, tenemos que ser
constantes. Aunque pueda parecer que a otros les ha sucedido rápidamente casi
nunca o nunca es así exactamente. Cuando nos cuentan los éxitos de otras
personas da la sensación de que lo han conseguido todo con facilidad, por un
golpe de suerte. Pero si analizamos de cerca sus vidas nos damos cuenta de que
han sido constantes para conseguir su objetivo. Volvemos a Art Fry y su Post –
It. Es cierto que el estímulo vino solo aunque hubo un tiempo para conectarlo
con la idea del libro de partituras. Pero luego vino todo un trabajo de
elaboración del producto. Lo envió a cientos de secretarias de ciudades
diferentes con el fin de que probaran su nuevo invento. Ahí recogió algunas
impresiones que le valieron mucho para retocarlo y volver a testarlo. Poco a
poco fue perfilando aquel papelito que años después lo haría rico. Las ideas no
se acaban cuando uno las encuentra. Eso es sólo el primer paso hacia un
proceso, a veces, demasiado largo.
Paso 5
Y por fin el último paso para nuestro éxito inesperado. Se
trata de la acción. Lo decían en Expediente X, la verdad está ahí fuera.
Y es cierto. Muchas veces nos encerramos en nuestras casas, en nuestras
oficinas, esperando que ocurra algo. Esperando un milagro. Pero no sucede. La
vida está ahí fuera y normalmente es donde conseguir que el poder de lo inesperado
nos encuentre.
Cuentan que Gutenberg andaba bastante perdido en su deseo de
inventar la imprenta. Por muchas vueltas que le daba no encontraba una manera
de poder hacer libros sin que las manos de los monjes escribanos echaran
chispas. Aunque tenía un objetivo y una motivación increíble, el que sería uno
de los más grandes inventos de la Historia, se negaba a manifestarse tan
fácilmente. Es lo que suele pasar en estos casos. Hasta que un día, decidió
salir de paseo. Nadie sabe si para tomar el fresco y así oxigenar sus ideas, o
bien para estirar un poco las piernas, el caso es que el bloqueado inventor se
topó con lo que sería la máxima inspiración para su mayor logro: una prensa
para hacer vino. Al observar cómo la prensa hacía su trabajo conectó rápidamente
esta idea con el problema que rondaba en su cabeza demasiado tiempo. Cuando
pasan estas cosas siempre nos preguntamos lo mismo: ¿tendríamos hoy la imprenta
si no llega a ser por ese histórico paseo? O incluso, ¿sería la imprenta tal
como la conocemos si la inspiración la hubiera encontrado en otro lugar que no
fuera la prensa de vino?
Eso nunca lo sabremos pero la moraleja que nos deja esta
bonita historia es que, aunque seamos tan inteligentes como los grandes
inventores, es necesario nutrirse de material que simplemente está ahí fuera.
Date un paseo. Tus ideas lo agradecerán.
Parece
fácil ¿verdad? … fijarse un objetivo … tener curiosidad … aprender de los
errores con sentido del humor … ser constantes en nuestra búsqueda … y por
último, aunque no menos importante … pasar a la acción y fijarnos en nuestro
alrededor para … … … volver a empezar de nuevo. Y si seguimos todos estos
pasos, si alimentamos nuestra curiosidad con humor, constancia y atención
suficientes, lograremos la magia necesaria para que la serendipia sea nuestra
aliada.