En estas fechas de celebración cristiana, me gustaría llamar a la reflexión sobre el motivo que puede impulsar a una persona a ser capaz de sacrificarse, hasta el punto de dar su vida, en su intento de hacer entender su mensaje a los demás:
¿Vocación, quizá?, ¿Mandato divino, puede ser?, ¿o puede que afán de protagonismo?
Mas allá de la perspectiva de la fé, que en un momento dado puede hacer ver las cosas de una forma mas o menos distorsionada, existe la esencia de su mensaje; mensaje que es capaz de atravesar todas las barreras del conocimiento, las ideológicas y las religiosas.
Porque ¿Puede existir un mejor Formador empático que alguien que pretende enseñar a sus alumnos aprendizajes tales como "ama a tu prójimo como a tí mismo" que perduran ya mas de dos mil años, cuya aula es el mundo entero, cuyos alumnos somos todos, cuyos únicos recursos didácticos son la Paz y el Amor, y que es capaz de llegar hasta su propio final en su intento de enseñar su mensaje?
Yo no lo creo.
¿Vocación, quizá?, ¿Mandato divino, puede ser?, ¿o puede que afán de protagonismo?
Mas allá de la perspectiva de la fé, que en un momento dado puede hacer ver las cosas de una forma mas o menos distorsionada, existe la esencia de su mensaje; mensaje que es capaz de atravesar todas las barreras del conocimiento, las ideológicas y las religiosas.
Porque ¿Puede existir un mejor Formador empático que alguien que pretende enseñar a sus alumnos aprendizajes tales como "ama a tu prójimo como a tí mismo" que perduran ya mas de dos mil años, cuya aula es el mundo entero, cuyos alumnos somos todos, cuyos únicos recursos didácticos son la Paz y el Amor, y que es capaz de llegar hasta su propio final en su intento de enseñar su mensaje?
Yo no lo creo.
Además siempre transmitiendo todas sus enseñanzas desde la realidad cotidiana en la que vivían sus discípulos.Creo que ya sabemos quien lleva el número uno en el ranking de empatía.
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