martes, 8 de octubre de 2013

La paradoja de la fuerza irresistible

La pregunta es muy sencilla, pero la respuesta ya no lo es tanto:  ¿Qué pasaría si un objeto imparable chocase con otro inamovible?

Existe un cuento chino (fuera bromas) que dice que un vendedor estaba tratando de vender una lanza  y un escudo. Cuando le preguntaron por la calidad de la lanza, éste aseguró que podía atravesar cualquier escudo y cuando le preguntaron como de bueno era su escudo respondió que podía detener los ataques de cualquier lanza. Entonces alguien le preguntó qué pasaría si lanzaba su lanza contra su escudo. Lógicamente el vendedor no supo qué contestar, por lo que tuvo que quedarse con los dos objetos.

La lógica nos lleva a pensar que si existe algo tan extraordinario como una fuerza imparable, entonces no puede existir un objeto inamovible y viceversa al mismo tiempo, por lo que una de las dos debe renunciar a su condición de infalibilidad.

¿Y si en lugar de dos objetos o fuerzas hablásemos de dos personas? Pongamos por ejemplo que  una empresa tuviese un director, que fuese la fuerza inamovible y el subdirector fuera la imparable, capaz de llegar hasta el final para conseguir que sus ideas prosperasen. ¿Qué ocurriría?

De las infinitas posibilidades que se me ocurren, de nuevo la lógica me hace pensar que al final el subdirector acabaría cediendo, y la fuerza inamovible (el director) terminaría imponiendo sus viejos criterios, con lo que se cumple que los dos factores no pueden existir al mismo tiempo.


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