Durante los últimos siglos, creció el mito de que los antiguos griegos estaban sujetos a una proporción numérica específica, esencial para sus ideales de belleza y geometría. Dicha proporción es conocida con los nombres de razón áurea, media áurea, o divina proporción. Aunque recientes investigaciones revelan que no hay ninguna prueba que conecte esta proporción con la estética griega, esta sigue manteniendo un cierto atractivo como modelo de belleza.
El diseño del Partenón de Atenas por ejemplo, está basado en esta proporción. En la Edad Media, la sección áurea era considerada de origen divino: se creía que encarnaba la perfección de la creación divina. Los artistas del Renacimiento la empleaban como encarnación de la lógica divina.
También conocida como la Proporción Áurea, este ratio se encuentra con sorprendente frecuencia en las estructuras naturales así como en el arte y la arquitectura, en los que se considera agradable la proporción entre longitud y anchura de aproximadamente 1,618 (fi). Sus extrañas propiedades son la causa de que la Sección Áurea haya sido considerada históricamente como divina en sus composiciones e infinita en sus significados. Los antiguos griegos, por ejemplo, creyeron que el entendimiento de la proporción podría ayudar a acercarse a Dios: Dios «estaba» en el número.
También conocida como la Proporción Áurea, este ratio se encuentra con sorprendente frecuencia en las estructuras naturales así como en el arte y la arquitectura, en los que se considera agradable la proporción entre longitud y anchura de aproximadamente 1,618 (fi). Sus extrañas propiedades son la causa de que la Sección Áurea haya sido considerada históricamente como divina en sus composiciones e infinita en sus significados. Los antiguos griegos, por ejemplo, creyeron que el entendimiento de la proporción podría ayudar a acercarse a Dios: Dios «estaba» en el número.
La fama que tiene de estético le viene dada por el rectángulo áureo o rectángulo dorado, que es un rectángulo que posee una proporcionalidad entre sus lados igual a la razón aúrea. Es decir que es aquél rectángulo que al substraer la imagen de un cuadrado igual al de su lado menor, el rectángulo resultante es igualmente un rectángulo dorado. A partir de este rectángulo se puede obtener la espiral dorada, que es la única espiral logarítmica.
Puedes comprobar: que la mayoría de los rectángulos que nos encontramos en nuestra vida cotidiana son áureos. Para ello mide tu D.N.I., un libro, el carnet del instituto o cualquier otro rectángulo que lleves contigo y divide la medida más larga entre la más corta y comprueba si da un número aproximado a fi. Las fachadas de muchos edificios como, por ejemplo, la del Partenón también guardan una proporción aproximada a la razón áurea.
La razón áurea también podemos encontrarla en otras figuras geométricas, por ejemplo el pentágono regular, en el que la razón entre la diagonal y el lado cumple la divina proporción:
Pero lo que quizás nos pueda resultar más curioso es la presencia de la razón áurea en la naturaleza. Hay enigmáticas conexiones de la espiral de los nautilus (espiral dorada) y las espirales de los girasoles con la razón áurea.
También los cuerpos humanos exhiben proporciones cercanas a la razón áurea, como puede verse comparando la altura total de una persona con la que hay hasta su ombligo. Esto puede comprobarse en El hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci
A la figura se le han añadido las líneas a y b que representan, respectivamente la altura hasta el ombligo (a) y la altura total (b).
Como experimento, te propongo que te midas y compruebes si tu altura hasta la cabeza, dividida por tu altura hasta el ombligo se aproxima a fi =1,61… Porque podrás comprobar si tienes un "cuerpo de proporción divina"
Gracias a El rincón de la ciencia.
Que interesante entrada me ha gustado mucho conocer las enigmáticas conexiones de la espiral de los nautilus (espiral dorada) y las espirales de los girasoles con la razón áurea.
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