Casi sin darnos cuenta el verano se nos fue y aunque quisiéramos sujetarlo con ambas manos se tiene que ir, la fuerza de la naturaleza no la modifica nuestra pequeña fuerza humana.
Y llega este septiembre tal vez debería ser llamado el mes comienzo, la experiencia en estos días es como empezar todo de nuevo, antes en la niñez nueva clase, nuevos compañeros, nuevos profesores, nuevo material escolar, todo empezaba y parece que empieza en septiembre, en nuestra experiencia de adultos, han pasado los años pero volvemos a sentirnos así con multitud de cosas en las circunstancias de cada uno de nosotros.
Dicen que el otoño es nostálgico, tal vez por el ambiente gris, la caída de las hojas de los árboles porque hace un poco más de frío. A pesar de ello, pienso que las estaciones son según el ánimo en el que cada persona se encuentre.
Lo que sí, cada estación parece invitarnos a algo, ésta quizás más a la reflexión, por lo menos a mí particularmente.
Antes que digamos adiós a septiembre me gustaría recordarlo también como el mes en el que hace un año se empezó a gestar lo que hoy en día es F.E.R.
F.E.R no es algo que sea tangible, es algo que se lleva dentro, es una chispa que se encendió una vez y que sigue latente.
A pesar de ello, sí tiene una parte visible compuesta de palabras que dar al mundo, de arco iris de entradas que se ofrecen gratis al que entre en este rinconcito: El rincón de los formadores, que justo este verano pasó de las 20.000 visitas. Ahora vestido de azul, con nueva cabecera compuesta de la naturaleza y la sencillez. Con citas vinculantes, webs de interés y como siempre necesitado de comentarios que nuestra amiga Mafalda demasiada cabreada pide todos los días y un salón del té donde hace falta quitar el polvo.
Y así, os quiero decir hoy que hay cosas que no le damos el valor que deberían tener, que apenas percibimos que pasaron, que suceden, que están sucediendo en estos momentos casi sin darnos cuenta como la caída de una hoja de un árbol, y que son importantes...