AIDA es un modelo clásico que describe los efectos que produce secuencialmente un mensaje publicitario. La palabra «AIDA» es un acrónimo que se compone de las siglas de los conceptos en inglés de atención (attention), interés (interest), deseo (desire) y acción (action).
Son cuatro obstáculos que el cliente debe sortear ordenada y progresivamente, para tomar la decisión de comprar un producto, ya sea un objeto o un servicio. AIDA fue enunciado por Elias St. Elmo Lewis en 1898; primero, con sólo tres escalones, y finalmente, incluyó la acción, como elemento fundamental.
Los elementos publicitarios, como escaparates, anuncios...deben conseguir, con respecto a su audiencia: en primer lugar, captar la atención, después despertar el interés por el artículo o la oferta, seguidamente despertar el deseo de adquisición y, finalmente, provocar a compra o reaccionar al mensaje.
-La atención: Es la aplicación de la mente a un objeto; es despertar la curiosidad. Ante los miles de estímulos que ofrece el día a día, las personas reaccionan respondiendo a las que están relacionadas con su propia actividad y desestimando los demás.
¿Cómo se capta la atención?. La atención se otorga a aquello que tiene relación con nosotros. Todo lo que afecte a nuestro «yo» es objeto de atención: puede significar peligro o beneficio; puede que sea bueno o malo. Una frase como: "Pienso que usted podría sacar un beneficio mayor si...", "¿Me permite que le explique...?",llaman la atención de forma poderosa.
También se puede captar la atención con algo que está fuera de lugar; por ejemplo, un gato sobre el teclado del PC. Sin embargo, se debe tener cuidado con estos impactos; deben tener relación con la venta. Un vendedor de zapatos seguro que captará la atención de su cliente si se presenta vestido de Indio, pero será muy difícil que venda algún par.
En la venta personal, la atención se capta con cortesía y respeto, con el lenguaje corporal y facial, con una sonrisa, con una clara demostración de interés por el cliente y sus intereses, con empatía, haciéndole ver que se ha comprendido su preocupación.
-Despertar el interés es lo que se pretende al captar la atención. Se puede definir como una atención continuada, como una forma de curiosidad no satisfecha. El diccionario dice que es una "inclinación hacia una persona o cosa" y hasta cierto punto esta acepción también es válida en ventas.
¿Cómo se despierta el interés? El interés se debe despertar con una oferta. Es importante que el interés se oriente hacia el producto y los servicios que brinda, especialmente en su capacidad de satisfacer las necesidades del comprador. Una forma frecuente de despertar interés es contando historias de otros clientes satisfechos.
En la venta personal, es negativo o poco positivo que el interés del cliente se centre en la facilidad de expresión del vendedor o en otro aspecto de su persona. Lo mejor es dejar hablar al comprador potencial. Escuchar activamente con los oídos y con los ojos. Atender y entender sus objeciones y sugerencias, que servirán de guía para retornar a la línea de argumentación. Hacerle saber que obtendrá un beneficio o evitará una pérdida con el producto o servicio le mantendrá interesado.
-El deseo de poseer el producto es consecuencia de una buena demostración. Este paso consiste en mostrar y convencer. Una demostración es exponer el producto en uso, destacando los beneficios que proporcionará al comprador. Crear la sensación de que ya tiene el producto, que ya tiene la solución que le brinda el producto. Esto produce una segunda sensación, esta vez de ansiedad o temor de perder el producto, de perder la solución a su problema, de perder la satisfacción de tener la solución de un problema... si no decide comprar.
En la venta personal, si no es posible hacer funcionar el producto (porque no se trata de tangibles sino de un servicio) hay que mostrar sus efectos con gráficos, folletos, números, audiovisuales, planos, mapas, testimonios, etc.
¿Cómo se consigue despertar el deseo? El deseo como apetencia natural por poseer artículos que solucionan problemas y facilitan el acceso a la felicidad existe de forma natural, espontánea. El deseo de comprar existe de forma natural. A casi todo el mundo le resulta más grato comprar que vender. Para estimular el deseo se ofrecen descuentos o se limita la oferta a un período relativamente corto.
-La acción se concreta en la adquisición del bien o servicio ofrecido. Es la última fase del proceso, en este caso lo que se busca en ella es lograr que el comprador adquiera el bien o servicio en cuestión. Todo el mensaje transmitido debe conducir a este objetivo final, que es el de vender.
En esta fase es donde se suele situar el tratamiento de las objeciones, que el potencial cliente ha ido planteando a lo largo de las fases anteriores, haciendo ver al mismo cómo la adquisición de dicho bien, va a lograr satisfacer la necesidad del cliente. También resulta adecuado motivar la confianza de éste por medio de acciones de opciones de reembolso o devolución en caso de que no quede satisfecho, por citar algunos ejemplos.
Una vez hemos pasado por estas 4 fases de forma positiva la venta estará lograda y por tanto se habrá cumplido el objetivo.
Gracias a wikipedia